Llegamos a Vivero el sábado para dormir en el camping con la furgo, que encontramos cerrado, así que después de dar unas vueltas aparcamos en el parking del polideportivo a 10 minutos de la salida, ya sin tiempo de recoger los dorsales pero si para tomar una cerveza y cenar.
El domingo toca madrugar, la salida es a las 8 de la mañana, hay que preparar el equipo, desayunar, ir a por el dorsal y tomar un café, entre una cosa y otra dan las 8 menos cuarto, así que corriendo para meta con tiempo justo para saludar a Jose Carlos, Peñil y Bruno, compañero de club y que se estrena en los maratones de montaña, con lo que tenemos intención de ir juntos hasta mitad de carrera por lo menos.